Miguel Martínez, un promotor de clubs español afincado en Manhattan, es hallado muerto en su lujoso apartamento neoyorquino. Los forenses acuden al escenario en busca de evidencias que permitan esclarecer las extrañas circunstancias del asesinato. Tras conocer los hechos, Héctor Vargas, jefe de la policía científica de los Mossos y tío de la víctima, se reúne con Mac Taylor para brindarle su ayuda en la investigación del caso, propuesta que acepta el jefe del C.S.I. y que propicia la colaboración entre la policía autonómica catalana y los forenses neoyorquinos.