Georgie es una chica sana y feliz que vive con sus dos hermanos mayores, Abel y Arthur, y su madre en una granja en Australia. Un día se cruza con un joven aristócrata procedente de Inglaterra y se enamora perdidamente de él. Al mismo tiempo, sin que ella se de cuenta, sus dos hermanos se han enamorado de ella, lo que contribuye a que se empiecen a pelear constantemente. Su madre, que nunca ha parecido sentir nada por Georgie se horroriza al verlos pelearse por Georgie y, echándole la culpa de la destrucción en su familia, le hace una confesión que cambia para siempre su vida.