Atrapado en las profundidades de la desesperación, Kaiji se une a Furuhata y Andou, pero su grupo ya está en ruinas, cuando Andou decide apuñalarlos por la espalda. Kaiji no deja que esto lo afecte y se le ocurre un plan para ganar, pero primero necesitan algunas estrellas y alguien que muerda el anzuelo.