Tirso lucha en vano por sacar adelante su ferretería junto a Santi e Irene, pero cuando una oportunidad de negocio, fiando a cuadrillas de inmigrantes que hacen reformas, se le presenta, se cierra en banda. Su barrio se ha convertido en un lugar de oportunidades lleno de inmigrantes de los que no se puede fiar y de gente que le es ajena y además Gladys ha ido contando por ahí que se han besado. Se siente fuera de lugar y Salgado no desaprovechará esta oportunidad para sacar tajada. Jimena decide cambiar de vida y dar prioridad a su familia dejando atrás trabajo e ingresos. Mientras que Irene y Nelson vuelven a verse a escondidas. El reencuentro les ha confirmado su amor, pero las sospechas de Nata pueden convertir sus encuentros futuros en algo muy peligroso.