Ángela tiene una vida acomodada con su familia perfecta: dos hijos gemelos y un marido encantador, Gonzalo, un arquitecto de éxito. Bajo esta fachada, Ángela oculta un infierno de maltrato a manos de su marido. El frágil equilibrio de Ángela termina de romperse cuando conoce a Eduardo Silva, un antiguo compañero de instituto al que no recuerda pero por el que se siente inmediatamente atraída.