Recuperándose en el hospital del ataque que recibió en la cárcel, Marcelo pudo hablar con Helena, quien le contó que la confundió con Luisa. Apenado por la situación, él le pidió una disculpa, pero ella le exigió no pensar más en Luisa. Angustiada por encontrar el departamento de Roberta destrozado, Ana la reconfortó y se enteró de que ahora debe una cuantiosa cantidad de dinero.