Kelly se horroriza cuando el edificio Ormfell se derrumba, hiriendo a muchos en la comunidad, incluido Joey. Sin embargo, su horror se convierte rápidamente en frustración cuando se da cuenta de que el hospital está desbordado, la gente se está enfermando más y nadie viene a ayudar, incluida Supergirl, que está ocupada luchando contra Nyxly. Sabiendo que puede marcar la diferencia, Kelly acepta su poder y asume plenamente su papel de Guardian. Junto a Supergirl, Alex, Diggle y su equipo, Guardian lidera el camino para restaurar la justicia en la comunidad caída.