Laura Flores (Marcela Medel) es una mujer de buen corazón, la cual tiene dos hijas: Rocío de siete años y Rosita (Carmen Luz Zabala) de tres años. Lamentablemente, debido a su situación de extrema pobreza, Laura no tiene otra opción que vender a su hija menor Rosita a Rodolfo Mackenna (Osvaldo Silva), un exitoso empresario de clase alta dueño de una cadena de restaurantes. Rodolfo va a buscar a la niña mientras ambas estaban solas en la casa, haciéndole creer a Rocío que Rosita fue robada por este, para que así nunca sepa la verdad. Esto provocará que desde ese instante Rocío cargue con el dolor de haber perdido a Rosita y la culpa por no poder haber hecho nada por su hermana mientras veía como se la llevaban. En el caso de Laura, ésta vivirá con un enorme arrepentimiento y dolor por haber vendido a su hija.